La ciclista vizcaína Eneritz Iturriaga ha suspendido de manera indefinida su regreso a la competición, después de ser operada de urgencia el pasado viernes en la Clínica Esperanza USP de Vitoria a causa de una deformación en la placa insertada en su clavícula, tras la triple fractura sufrida por una caída durante el francés Tour de l'Aude, a finales del mes de mayo. Por causas ajenas a su creciente actividad física previa al retorno a la actividad, varios tornillos y la propia placa se desplazaron de su ubicación, superponiendo las partes superior e inferior del reconstruido hueso y provocando una indolora lesión no detectada hasta días más tarde, cuando unas radiografías desvelaron el verdadero origen de un aparentemente inocuo bulto en el hombro derecho de la corredora de Abadiño.
Iturriaga trataba de razonar hoy lunes las causas esgrimidas por el doctor Mikel Sánchez, testigo de su evolución durante el último mes y medio. "Había dos posibles razones: el rechazo de mi cuerpo a un objeto extraño o una infección ósea. Según Mikel, era más probable lo segundo, pues, de hecho, pasé décimas durante todos estos días y la cicatriz posterior a la operación cogió un color amarillento. Los médicos han tomado un cultivo para examinar con más detenimiento lo ocurrido, ya que todavía están -y estamos- asombrados con lo ocurrido. Ya me dijeron desde el primer momento que nunca habían visto nada parecido en la clínica, puesto que jamás he hecho un sobreesfuerzo en los entrenamientos y casi siempre he ido con un solo brazo sobre la bici. En los días previos había notado ese bulto, pero no le di importancia; el mismo miércoles anterior a las radiografías del jueves salí a entrenar 150 kilómetros y no tuve jamás ninguna molestia. Sin embargo, cuando pasé las pruebas radiológicas me mandaron directamente a la clínica y me dijeron que olvidase esta temporada", asentía la vasca.
La segunda operación de la corredora de Safi-Pasta Zara ha sido mucho más complicada que la realizada hace ahora seis semanas. "Me han tenido que extraer un injerto de la parte inferior de la rodilla derecha para usarlo en la clavícula -narraba Iturriaga, mucho más animada tras su temprano regreso a casa-, pues estaba absolutamente triturada por el movimiento de la placa y los tornillos. Me han colocado una nueva placa especial, de la misma forma que la propia clavícula, esta vez con ocho tornillos y mucho más larga que la anterior; además, debajo de la rodilla me han colocado otras ocho grapas. Los injertos normalmente se hacen la cadera, pero para andar en bici podían molestarme, cosa que no ocurre en la pierna; de todas formas, sí es cierto que la rodilla me molesta más que la clavícula, donde nunca he tenido ningún dolor".
Iturriaga, que continuará con antibióticos y anti-inflamatorios hasta el próximo lunes, cuando los médicos procederán a retirarle los puntos de sutura, no se marca, al contrario que en las semanas previas a su recaída, ningún objetivo de cara a su retorno: "Debo estar tranquila. Mikel me ha recomendado mantener el brazo en reposo pero sí caminar, para que la circulación por todo el cuerpo evolucione bien y no tengamos más problemas. No quiero pensar en mi regreso: esta recaída ha sido dura psicológicamente y no quiero marcarme ese objetivo típico de 'en tanto tiempo estaré otra vez corriendo'. Sólo quiero recuperarme bien y luego ya se verá", concluye.
Fuente: Prensa Eneritz Iturriaga
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