viernes, 10 de agosto de 2012


¿Por qué España no corre los Juegos Olímpicos?
Ninguna ciclista española competirá en los Juegos Olímpicos en las pruebas de carretera, ni en línea ni en carretera. Esta situación resulta difícilmente comprensible en un país con tanta tradición ciclista como España, dominador del ciclismo en carretera masculino en las últimas temporadas. Sin embargo, el reglamento es claro al respecto, los resultados no dan para clasificar a ninguna corredora.
Previa y Dorsales de la Prueba Femenina

Las plazas para la prueba en línea de los Juegos Olímpicos se asignan según la posición que ocupa cada nación en el
ranking UCI el día 31 de mayo: las 5 primeras tienen derecho a alinear 4 corredoras, desde la 6ª hasta la 13ª pueden escoger a 3 ciclistas y, desde la 14ª hasta la 23ª cuentan, teóricamente, con 2 plazas; aunque deben ceder 1 de ellas a las naciones que tengan una ciclista en el Top100 del ranking individual. 3 plazas para las campeonas asiática, americana y africana completan el pelotón olímpico.

Aunque, si alguna federación renuncia a alguna de sus plazas, se atribuye a la siguiente nación por ranking. El procedimiento de clasificación resulta un verdadero quebradero de cabeza. Más sencillo es el de la crono: 1 plaza para las quince primeras naciones, y 1 plaza para cada país que lograse un Top Ten en el último mundial de la especialidad.

¿Esto significa que España, referente desde hace años en el ciclismo de carretera masculino, no está entre las veinte mejores naciones en féminas? Exacto, el ranking UCI lo demuestra. Ni tampoco ninguna ciclista estaba en el Top100. Noruega, 23ª, marcaba el corte en 177 puntos.

España ocupaba la posición 46ª –de 67 nacionalidades que han sumado puntos UCI- con únicamente 30 puntos, obtenidos 25 ellos en los campeonatos nacionales, más los 5 del segundo puesto de Leire Olaberria en el prólogo del Tour de l’Ardèche. Es decir, independientemente del nivel de las corredoras, 25 puntos estaban asegurados por los nacionales.

¿Demuestra esto que las ciclistas españolas son inferiores a las finlandesas, eslovenas, azerbaiyanas o japonesas, que sí están en Londres? El bajón desde los años de Somarriba, Ruano y Vilajosana es innegable, pero la respuesta no es tan sencilla; la solución se encuentra en el famélico estado del ciclismo femenino.

Por ejemplificar la situación, el dominio de Anna Sanchis, campeona nacional de ruta y contrarreloj, en la Copa de España no le ha retribuido ningún punto al no ser carreras UCI. Sin embargo, mostró una gran forma a nivel internacional al finalizar novena, a sólo 15 segundos de Emma Pooley -9ª del ranking-, la Emakumeen Euskal Bira, una de las dos carreras UCI del calendario peninsular -ahí sí puntuó, pero ya fuera de plazo-. Otro ejemplo, la joven Lourdes Oiarbide (1994) finalizó 11ª el Tour de Bretagne, por delante de la olímpica noruega Emilie Moberg.

Dos resultados llamativos por inusuales, ya que la presencia de ciclistas españolas en pruebas UCI suele ser remota. La Federación no participa como tal por motivos financieros, y la precariedad de los equipos UCI nacionales les impide organizar un calendario internacional donde conseguir los vitales puntos. Tampoco emigrar es una opción muy factible económicamente, ahí está el encontronazo, y posterior veto en el Giro, entre Sanchis y su ex equipo Safi Pasta Zara por impagos.
El mal endémico que sufre el ciclismo femenino español impide a las ciclistas tomar parte en los Juegos Olímpicos.
FUENTE: BICICICLISMO.COM

No hay comentarios: